Ya hace como tres años escribí sobre la viagra y sigue lo mismo, los muchachos se compran la viagra al precio que sea para irse con las muchachas a matar la muerte en medio de una cama que les queda estrecha, parece. En Songo - La Maya el sildenafil se filtra por los vericuetos del mercado y continúa surtiendo efecto. No voy a nombrar a nadie, claro está porque en pueblo chiquito… ya saben, pero al parecer más de uno perdió la tranquilidad por echar dentro la pastillita azul, por ahí anda con su forma de diamante, por un lado dice VGR 50 y por el otro Pfizer y penetra en los mercados songomayenses por vaya usted a saber qué subterfugio. En una conversación con un hombre de más de 40 años, residente en Los Ramos, el compañero confesó haberla usado , pero no lo hará más, aseguró, había comprado la pastillita azul a un joven cerca de la casa de cultura y en pocas horas estaba en los brazos de una mulata suntuosa a quien agradeció el elogio de la superpotencia
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