Se quema La Maya
El
pueblo de la Maya ha ardido tantas veces que ha pasado al gracejo popular y
hasta a sones inolvidables como aquel donde
Miguelito Cuní repetía con una fruición inusitada: “Alto Songo se quema
La Maya”, y lo cierto la piromanía de este pueblo, punto divisor entre
Guantánamo y Santiago de Cuba, es una realidad dice el estudioso y
profesor universitario Héctor Medina.
Según
el historiador, la tradición y los archivos; el primer incendio de La
Maya ocurrió en los meses iniciales de 1905, así consta en el libro de
actas del ayuntamiento de Alto Songo. Este fuego fue accidental y
verdaderamente tortuoso ya que las casas eran en su mayoría de madera y
compartían paredes unas con otras, a eso se suma la escasez de agua y el hecho
de que no existía puesto de bomberos en el terruño.
El
1 de junio de 1912, este año se cumple el centenario, se produce un
ataque a La Maya por parte de los Independientes de color en el cual se
quemaron las barracas de la guardia rural, unos almacenes, la estación de
ferrocarril, y varias casas cercanas al cuartel.
Este
incendio ha traído controversia, se dice que fueron los Independientes, Héctor
Medina profesor universitario de Songo - La Maya, pone duda a esa
aseveración, nos cuenta que ese fue un ataque más
bien simbólico. A los Independientes se les esperaba por Yerba de Guinea, un
poblado en las afueras, y entraron directamente a La Maya. Se tomó el
pueblo para dar un mensaje al gobierno, solo el custodio de
unos almacenes se resistió y en medio del tiroteo surgió el incendio que además
inspiró a Lily Martínez para escribir la Famosa canción “Alto Songo se quema La
Maya”.
En
el 1933 el fuego volvió a La Maya y devoró toda una manzana, varios
testimoniantes cuentan que los vecinos lanzaban todo lo posible a la calle para
salvarlos del hambre eterna de la candela, aun quedan vestigios de los hachazos
que le daban a una casa para derribarla y detener el fuego, inútil
hazaña que no interrumpió el calor aupado por casas de madera y falta de
bomberos profesionales.
Diez
años después, nos dice Medina, se quemó todo el frente de la iglesia, una
carnicería, almacenes, tiendas, propiedades de familias, descascaradoras de
café y muchos bienes y males de quienes sintieron cómo entraba en sus
ojos y sus vidas otra Maya devorada por la candela y recordaban la estrofilla
de Lilí Martínez en los labios de toda Cuba ya “Alto Songo se quema La
Maya”.
Otra
vez, luego de algunos aguaceros y temporadas de frío, ya en mil 1958 se
quemó todo un barrio a la salida de La Maya, rumbo a Guantánamo por la
carretera central, el historiador deja rodar por sus labios: una mueblería y
tantísimas casas, según nos cuenta, los combatientes del Ejército Rebelde
tomaban posición detrás de las casas y los guardias de Batista
encontraron como solución quemar las viviendas para hacerlos salir.
Pero
el fuego no paró, justo luego del triunfo revolucionario varias tiendas
ardieron en el pueblo, según nos cuentan, con la intención de otros
fuegos de antaño, cobrar seguros.
Así
ha pasado nuestra tradición pirómana , de la historia más terrible como aquella
matanza en la que cayeron unos 3 mil negros y mulatos en 1912, hasta el 59 con
el triunfo de la Revolución , claro , entre hecho y hecho la picardía de
algunos que hicieron arder sus almacenes para cobrar seguros, pero la
verdad, esa vocación ha llegado a ser leyenda y son entero, porque hasta
el mismísimo Ibrahim Ferrer , el Premio Grammy y miembro del Buena Vista Social
Club lo ha reiterado en Holanda y Nueva York, En Matanzas o la Habana:
´Alto Songo se quema la Maya´, aunque la verdad mejor decir como una
mulata hermosa en sus 40 que trabaja en la Cafetería Pilón , justo frente
a la iglesia. ´San Alejo que te aleje´.
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