La radio cubana necesita poción
Quiero esa culpa de empinar los imposibles
Que mis abuelos me obsequiaron en la infancia.
Que mis abuelos me obsequiaron en la infancia.
Buena Fe
La radio cubana cumple 92
años, y por lo menos a mi me parece que está comenzando necesitar pociones,
porque envejece.
Lo sé, hay algunos como yo
que requieren diariamente de escuchar lo mismo Progreso que Rebelde, Taíno que
Sonido SM, y esa adicción a veces nos hace ver el gran bosque pero los árboles
se nos pierden.
No tengo ahora mismo un
estudio a mano, pero recientemente un directivo dio el dato de que un alto por
ciento de los campesinos de este país no escucha radio, y ya sabemos la tradición que
hubo siempre de radio en lo más intrincado.
Pensemos por ejemplo que en
este oriente nuestro hace más de cinco o 10 años que no se venden receptores y
cuando los hubo tenían el módico precio de 10 CUC, o sea, 250 pesos que es más
o menos la mitad de lo que gana un cubano de a pie y eso hablando de un receptor
de dos bandas y con una pequeña bocina.
Los otros sí que los hay,
cuestan más de 200 CUC, ni sacar la cuenta. A lo dicho sumemos algo que, al
menos es mi parecer, espanta a los posibles oyentes. Los programas cubanos, a
no ser uno o dos, jamás tienen diálogo directo con el oyente sobre el tema a
tratar en la emisión y este casi siempre está escrito para que lo lean dos o un
solo locutor y ya sabemos cuánto
problema hay en esa esfera, reconocido por muchos de los que dirigen y estudian
la radio.
Sumemos un periodismo que no
acaba de aterrizar en el problema, lo
husmea, está punto de tocarlo pero le deja a un lado, o le entra poco. Ya los
tiempos aquellos en que Haciendo Radio era casi el centro de la isla ha quedado
atrás y las otras revistas, que se le suman en el mismo estilo y hasta horario andan
de capa caída.
Por eso creo que la radio
necesita poción, insisto en que los jóvenes deben encontrar espacio, hay que
acabar de creer en ellos, dejarlos
entrar. En los debates de cada festival de les escucha teorizar, pero muchas veces
al aire se siente el mochazo que alguna mano les dio.
Ojalá y encontremos la
vuelta porque la competencia del ¨Paquete¨ es fuerte, no solo contra la radio o
la televisión, hasta con el libro y a la
palma, no debemos dejarla con todo ese silencio.
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