La felicidad, el derecho humano de Dania
¿Cómo es el mundo de un ciego?, si no ve a los perros atravesados en el medio de la sala, las moscas devorando un pastel allá donde el sol cruza la ventana y repica en mis ojos, en los ojos de esta mujer pequeña. Me parece raro y mágico todo, Ella lava en una Aurika y su esposo le ayuda, es ciega total, él ve tanto como para tostar maní, embasarlo en pequeños cucuruchos y salir en las noches por La Maya a vender, de eso viven en parte. La casita es modesta, no veo equipos flamantes, no hay siquiera mucha luz, solo los dos perros salchichas parecen mirarnos con fijeza. Dania Vázquez Hernández me invita a pasar, me dice que no hay café y trae del cuarto la máquina de escribir en sistema Braille. Es un arma. Dania Se jubiló por problemas con la cervical y me dice que le daban mareos y unido a la ceguera era muy complicado, ella entra a casa y su esposo sigue con el ronroneo de una lavadora aurika con las dos partes inta...
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