Huracàn con nombre de mujer
Hacia 1953 los huracanes tenían nombres de mujer. Tuvo que salir al ruedo la feminista Roxcy Bolton para que en 1979 los ciclones tuvieran también nombres de varones, casi todo el tiempo anterior las tormentas sonaban hermosas, casi eróticas como Flora, según la norma patriarcal. Hoy vivimos tiempos en que esos fenómenos irresolutos se hacen más intensos, recordemos a Harvey, Sandy, Katrina o Camille. Todos esos, animalejos que destrozaron cuanto pudieron a su paso. Ahora fue Laura, con ese nombre de actriz de primera, la chicuela asomó con dos ojos indefinidos, y luego con uno Santiago de Cuba quedó bajo su manto de lluvias. En Songo La Maya el Consejo de Defensa se activó el mismo sábado. Hombres y mujeres de verde olivo perdieron el sueño y bajo aguaceros casi mugrientos pernoctaron a la sombra de la sede del partido municipal. La radio no se apagó más, la nacional y provincial al menos, y los reporteros leyeron sus notas bajo el agua, los vientos; bajo los pechos húmedos